Todo lo que me dispongo a
transmitir a través de este blog va de la mano de un estudio bíblico previo en
el cual cada versículo revela un mensaje, una enseñanza o una promesa del
Señor. Se trata de mi punto de vista personal, respetando siempre su punto de
vista.
Las teorías sobre la religión,
las normas, ser cristiano, son temas que hemos de tratar bíblicamente para
romper con muchos de los paradigmas que nos han envuelto a lo largo de la
historia.
La dinámica de este mundo ha
guiado al ser humano a conducirse por un camino muy distinto al que es
agradable a Dios. Lo hemos complicado todo y el hombre ha buscado seguir su
propio camino, su estilo de vida.
El mundo es un sistema en donde
las leyes y normas se aplican a cada cosa que hacemos, sin embargo esto ha
desencadenado que el hombre se vea tentado en seguir su propia naturaleza y
obviar las normas establecidas.
“Por ejemplo, nunca habría sabido
yo lo que es codiciar si la ley no hubiera dicho: –No codicies-” Romanos
7:7b
¡Así sucede a diario! Existe una
lucha interna entre lo que debo y no debo, lo que está bien y está mal. Si debo
o no ir a la iglesia, si no hago buenas obras no voy al cielo, si hago una
oración diez veces soy salvo, e infinidades de paradigmas que ud puede contar.
En cuanto al Señor, todo es más
simple de lo que estamos creyendo. Él nos dejó en su palabra todo lo que
necesitamos saber… ¿Por qué complicarlo todo?
Las leyes de Dios establecidas
antes de Cristo permitían al pueblo de Israel tener una forma de vivir
agradable a Él. Moisés cumplía el papel de analogía para que el pueblo
entendiera que Dios siempre estaba con ellos y que les enviaría un salvador. La
ley era la pauta para que el pueblo escogido se condujera como Dios quería.
Aún así, la naturaleza del hombre
lo ha llevado a escoger el camino de sus propios deseos.
“El pecado aprovechando la
oportunidad que le proporcionó el mandamiento, despertó en mí toda clase de
codicia” Romanos 7: 8a
“En otro tiempo yo tenía vida
aparte de la ley; pero cuando vino el mandamiento, cobró vida el pecado y yo
morí” Romanos 7:9
De esta manera vemos como el hombre
solo ha vivido en pro de satisfacer sus necesidades. Incluso vemos que el
hombre no es capaz de seguir un mandamiento, sin terminar haciendo su
contrario. Es que definitivamente en nuestras propias fuerzas no podemos
cumplir con eso y al final estamos inmersos en una burbuja de culpas, una
conciencia cada vez más pesada y tanto mal.
“Yo sé que en mí, es decir en mi
naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy
capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no
quiero” Romanos 7:18-19
En efecto así es. Todos estamos concientes
de que por más que queramos cumplir con todas las leyes impuestas por la religión
y toda una lista de mandatos, no lograremos seguirlas todas.
Pero, nuestro padre que tanto nos
ama y tiene conocimiento de esto, decidió enviar a su Hijo para que nos librara
de ese mal que no deseamos hacer, pero que irremediablemente hacemos.
“Porque en lo íntimo de mi ser me
deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi
cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de
mi mente y me tiene cautivo” Romanos 7:22-23
Quiere decir esto que hay dos
premisas a tomar en cuenta. La primera es que muchos en el fondo desean seguir
un camino agradable a Dios y la segunda es que a pesar de esto hay algo más
fuerte que les impide hacerlo.
Pero, para este conflicto Dios
nos dio la solución. No hay leyes religiosas que puedan salvarnos de nuestros
males, no hay normas que puedan llevarnos por un mejor camino, mis buenas obras
no harán que yo sea salvo.
Si buscamos el significado de la
palabra religión; encontramos la expresión “(…) normas morales para la conducta
individual y social y de prácticas rituales (…)” (Real Academia Española)
Veamos qué dice la palabra acerca
de estas normas:
“En efecto, la ley no
pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder” Romanos
8:3a
Esto quiere decir que por más que
quieras salvarte a través de la religión, si no has confiado primero en la
salvación a través de Jesús, las normas no te permitirán acercarte al Señor.
La buena noticia es…
“Por eso Dios envió a su propio
Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se
ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la
naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en
nosotros, que no vivamos según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu”
Romanos 8:3-4
Solo a través de Jesús, puedes
tener libertad de esta condición inmoral. La ley ha sido anulada por el pecado
pero Cristo quien cargó con tus pecados y se entregó en sacrificio te da vida
eterna junto al Padre.
“Si con Cristo ustedes ya han
muerto a los principios de este mundo, ¿por qué, como si todavía pertenecieran
al mundo, se someten a preceptos tales como: -No tomes en tus manos, no
pruebes, no toques-? Estos preceptos, basados en reglas y enseñanzas humanas,
se refieren a cosas que van a desaparecer con el uso” Colosenses 2:20-21
Entonces, tú qué opinas... Seguir
a Cristo ¿es religión o es libertad?