lunes, 25 de agosto de 2014

Jóvenes de Cristo: Una vida de piedad



“Más bien ejercítate en la piedad, pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera” 1 Timoteo 4:7-8

Para Dios la principal virtud de un joven imitador de Cristo, es la piedad. Una virtud es la disposición a obrar de una cierta manera para producir un efecto, es un modo de andar. 
Quiere decir que el Señor quiere que nuestro modo de andar sea piadoso. Ahora, a qué nos referimos con la palabra “piedad”. Según el diccionario de la Real Academia Española, la piedad es la “virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión”.

Es decir, si amamos a Dios, somos fieles a su Palabra y a ser santificados. Como amamos a Dios, amamos de igual manera a nuestros hermanos, por lo tanto debemos tener compasión y comunión con ellos.

O sea que practicar la piedad se resume a esas dos premisas importantes
a.     Por amor a Dios soy fiel a su Palabra
b.     Por el amor a Dios, amo a los demás
Es muy curioso que en el versículo diga que “la piedad es útil para todo”. Dios nos está diciendo que mientras seamos santificados, lo amemos a Él y al prójimo, seremos conforme a como él lo desea, tendremos los instrumentos necesarios para llevar una vida como Cristo. 

Más adelante en el versículo 8 dice que la piedad incluye una promesa para la vida presente y la vida venidera.

Vamos a colocarnos en dos planos: La vida presente y la vida venidera.

Al llevar una vida de piedad, al ser imitadores de Cristo en la vida presente nos convertimos en sembradores. Ser y hacer discípulos es la manera de obedecer al Señor y establecer una promesa con Él.

“No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe (de la piedad). Él se manifestó como hombre; fue vindicado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria” 1 Timoteo 3:16

La piedad  es vivir el evangelio, enamorarse de Jesús, seguirlo y obedecerle.

El segundo plano es la vida venidera. La vida venidera es la vida eterna junto a Dios. Quiere decir que ejercitar la piedad, vivir el evangelio, amar a Dios y a nuestro hermano tiene una recompensa que es la “vida eterna” al lado de nuestro Padre.

Así que, joven, antes de dar cualquier paso recuerda que la voluntad de Dios es que seamos como Jesús. Esta es la prioridad. Enamórate de Él, vive una vida de piedad y cosecharás el mejor fruto.
¡Juventud Pisa el Freno!


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