miércoles, 27 de agosto de 2014

Jóvenes de Cristo: Juventud con propósito



“Que nadie te menosprecie por ser joven” 1 Timoteo 4:12

Cuando hablamos de juventud, nos referimos a una palabra cargada de tanto significado. Los jóvenes son los que crean, innovan y dan vida a la sociedad. Una idea se convierte en un sueño realidad por un impulso y una convicción. Un joven es una semilla en su etapa más vigorosa de germinación.

Al verlo desde esta perspectiva, reconocemos que la juventud es el período más espléndido en la vida de un ser humano. La sensación de estar vivo, querer conocer y ser parte de lo que está ocurriendo es algo increíble.

Ahora, cuando eres joven pero además tienes el privilegio de conocer a Cristo y amarlo, el camino de tu juventud toma otro rumbo completamente diferente, uno realmente inigualable. Ser jóvenes de Cristo es algo maravilloso.

¿Por qué seguir a Cristo te da una identidad? ¿Por qué le da un nuevo significado a tu vida?

El momento en que conoces a Cristo, es el principio de una nueva vida. Cuando yo conocí a Jesús, mis perspectivas cambiaron por completo. Veía por encima de mi hombro momentos de mi vida que no cumplían con algún propósito y no quería continuar así. Dios coloca las experiencias para que nos demos cuenta de nuestro caminar, para que optemos seguir un sistema que proporciona el mundo o para llevar una vida que trasciende a lo espiritual.

En 1 Timoteo 4:12 vemos el diálogo entre un hombre y un joven, en el cual se refleja un sentido de estima de uno hacia el otro. “Que nadie te menosprecie por ser joven” le dice Pablo a Timoteo a manera de enseñarle el privilegio que él tenía de ser joven, de poder utilizar su juventud con propósito.

¿Cómo podemos tener una juventud con propósito?

“¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra.” Salmo 119:9

Un joven que anhela cumplir la voluntad de Dios, guiará su vida con la Palabra. Ese es el motor que nos permite andar en el camino del Señor. Vivir conforme a la Palabra de Dios, garantiza el alimento espiritual del joven.

Dios nos muestra dos perspectivas “Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen (…)” Isaías 40:30

En este pasaje reconocemos que el andar de un joven que no sigue su Palabra, es torpe e inconstante. Se cansan y se fatigan pues no se han acostumbrado a servir por amor; tropiezan y caen porque eligen caminos que al final no traen provecho alguno.

“Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminará y no se cansarán.” Isaías 40:31

Tremendo como Dios nos permite ver ambas caras de la moneda. Promete dar fuerzas a los que confían en Él, estima a los jóvenes que se entregan por completo, pues confiar es entregarse.

Recuerda entonces que tu juventud tiene un valor extraordinario. En Dios todo lo puedes y no permitas que alguien menosprecie ese valor que Él te ha regalado a través de su gracia. Crea, sueña, vive el evangelio de manera que el fruto que estás cosechando crezca con toda su fuerza.

“Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio” 2 Timoteo 2:22

Huye de los excesos juveniles ¡huye! Ya hemos visto que el Señor no hace excepciones con esto. Él quiere que huyas de eso porque sabe que no trae ninguna ganancia en tu vida.

Un joven conforme al corazón de Dios, tendrá como prioridad andar por un camino de rectitud, de justicia, de fe que alimenta el caminar, de amor como el de Cristo y de paz para convivir en armonía junto a sus hermanos.

Si tú eres un joven que aún no ha creído en el valor de tu juventud, anímate. Dios nos ha enseñado en su Palabra el valor de ser joven, él quiere hombres y mujeres piadosos, que sigan su voluntad y sean imitadores de Jesús.

Toma el lugar que tienes y recuerda a quién perteneces, pues Dios renovará tus fuerzas.

¡Pisa el Freno!
 


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