martes, 30 de septiembre de 2014

Jesús no es historia.


 

 
Por medio de la gracia de Dios tenemos el regalo de ser salvos, de conocer realmente a Jesús. Cuando Jesús se convierte en verbo activo, toma un lugar en el corazón que nada ni aún nadie puede llenar tanto. El mundo nos envuelve constantemente en un sistema de religiones, de veneración a una ley que ha sido ya anulada por el pecado. La religión no te salva, el único que puede liberarte del yugo de una vida sin propósito, de un mundo en abandono es ese precioso ser que dio su vida y decidió cargar con tus problemas, tus errores. Ese es el verdadero Jesús.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Servidores de Cristo

Con trabajo, pasión y voluntad, nos atrevemos a soñar, a crear. Queridos lectores, comparto con uds la experiencia maravillosa de glorificar al Señor con nuestra adoración y con trabajos llenos de pasión, como este. Amamos trabajar por los sueños y utilizar los talentos para la obra de nuestro Dios. Este proyecto audiovisual viene con mucho amor para que lo disfruten y para que recuerden que existe un Dios fiel, quien estuvo dispuesto a entregar a su hijo por nosotros. ¡Servimos a Cristo!

Covers
Teclado y guitarra: Emir Rojas y Samuel Ortiz
Vocal: Ana Fabiola
Producción: Lucía Arismendi
Pisa el Freno

viernes, 26 de septiembre de 2014

Jóvenes de Cristo: Ejemplo en conducta


Ser ejemplo de los creyentes en conducta, es una responsabilidad grande que los jóvenes cristianos deben asumir. Se trata de enseñar al mundo quién es Dios a través de nuestras palabras, acciones, nuestro testimonio. La conducta del cristiano debe ser coherente con el hecho de tener a Cristo en el corazón y querer ser reflejo de Él. No es etiquetarnos “somos cristianos” es unir nuestras convicciones y lo que profesamos con el andar de cada día.

En la Palabra tenemos suficientes ejemplos de cómo debe ser nuestra conducta hacia los demás. En efesios versículo 4:17 aparece claramente que nuestro comportamiento debe ir acorde con el factor de que somos seguidores de Jesús

 “Lo que les voy a decir es una advertencia del Señor: dejen ya de vivir como los que no son creyentes, porque ellos se guían por pensamientos inútiles.”

Si tus pasos no son reflejos de un siervo de Cristo, lo que hagas será a base de pensamientos inútiles, tu caminar no será con propósito. Más adelante en el versículo 18 y 19 entendemos por qué los que no conocen a Cristo actúan de acuerdo a sus deseos y omiten la voluntad de Dios en sus vidas.

“Su entendimiento está oscurecido porque están separados de la vida que viene de Dios y porque son ignorantes debido a lo terco que es su corazón.” Efesios 4:18

Esto no es lo que el Señor quiere para los jóvenes de Cristo 
“Pero esa clase de vida no tiene nada que ver con la instrucción que recibieron de Cristo.” Efesios 4:20

¿Qué podemos hacer para ser ejemplos en conducta?

Primero, mantenernos lejos de cualquier inmoralidad pues Dios quiere que seamos santificados y esta debe ser nuestra primera virtud. Conocer a Jesús es sinónimo de un nuevo nacimiento del espíritu, es una renovación de todo tu ser. Por lo tanto lo primordial es dejar atrás la vida que llevabas en el pasado y tomar las nuevas vestiduras, mantenerte alimentado de la Palabra de Dios, de la oración y el redargüir del Espíritu Santo que mora en ti.

“Se les enseñó a dejar atrás la forma de vida que llevaban antes. Ese viejo ser va de mal en peor por los deseos engañosos. Aprendieron a renovar su forma de pensar por medio del Espíritu, y a revestirse del nuevo ser que Dios creó a su imagen para que practique la justicia y la santidad por saber la verdad” Efesios 4:22-24

En segundo lugar huir de las tentaciones y pedirle a Dios que nos aleje de ellas, para evitar cometer algún pecado. Por ello es esencial perseverar en la oración, ese momento de intimidad con Dios te va a garantizar un caminar recto conforme a Su voluntad.

¿Quieres ser reflejo de Cristo y ser ejemplo en conducta?
1.       Evita las mentiras, sé honesto
2.       No permitas que la ira te domine y te haga pecar
3.       Evita hacer pecar a tus hermanos
4.       Mantén un corazón honrado y virtuoso
5.       De la abundancia del corazón habla la boca, evita malas palabras
6.       Quítense toda amargura, ira, enojo, gritos, calumnias y malicia
7.       Perdona a quienes te han ofendido
Efesios 4:25-32

Aduéñate del gozo que Dios te ha regalado, evita entristecer al Espíritu Santo ¡Sé como Cristo!


lunes, 22 de septiembre de 2014

Jóvenes de Cristo: Ejemplo en Palabra


Desglosando un poco el versículo de 1 Timoteo 4:12, me percaté de la importancia de apreciar cada término que el Señor muestra en ese verso, a manera de utilizarlo como el manual que debe seguir cada joven cristiano en su caminar diario con Dios.

“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.” 1 Timoteo 4:12

Enfoquémonos en la frase “Sé ejemplo de los creyentes en palabra”

Durante nuestra juventud es esencial tener sabiduría en la forma de actuar y de procedernos hacia otros. Sí, esta etapa es la más vigorosa de nuestra vida, provoca comerse el mundo, los sueños y las metas son nuestra prioridad, pero muchas veces olvidamos que Dios tiene propósitos especiales para cada uno. En ocasiones el “Yo” prevalece antes que la voluntad de Dios.

¿Cómo hacemos para seguir la voluntad de Dios?

En primer lugar seguir lo que Pablo le dice a Timoteo en este verso “Sé ejemplo de los creyentes en palabra”  y esto quiere decir que lo primero es ajustar nuestro testimonio a los principios bíblicos, a la palabra del Señor. Cuando buscamos la dirección de Dios en cada una de las cosas que hacemos Él de alguna manera coloca sus pensamientos y su sabiduría en nosotros a través del Espíritu Santo. Algo que debemos anhelar: Palabras sabias.

“Examínense a ustedes mismos y pónganse a prueba para ver si están firmes en su fe. De seguro ustedes saben que Jesucristo vive en ustedes a menos que no pasen la prueba.” 2 Corintios 13:5

Si Jesucristo vive en nosotros, la voluntad de Dios es que seamos reflejo de Él a donde quiera que vayamos y en lo que hagamos. Significa que todo aquello que no sea apropiado para un buen proceder no debe tener dominio sobre nosotros. “Todo me es permitido, más no todo me conviene” ciertamente es así.

“Pues ustedes han muerto a su vieja manera de vivir, y ahora la nueva vida que disfrutan con Cristo, está guardada en Dios.” Colosenses 3:3

Reafirmando que Cristo está en nosotros, no queda más que recordarlo permanentemente y pedirle a Dios sabiduría para que nos renueve cada día y podamos caminar como él quiere. La oración debe ser parte de tu vida. No podemos andar en caminos rectos si no oramos para que esto suceda. Muchas veces nos desviamos de los caminos del Señor y la mejor manera de que él trabaje en nosotros es orando y pidiéndole que transforme nuestro corazón y nos permita testificar delante de otros.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Testimonio de fe: la esperanza

Te escribo para contarte una anécdota personal y a la vez enseñarte cuán misterioso y fiel es Dios en su manera de obrar. 
Hace algunos días tuve la oportunidad de hacer un viaje familiar y me encontraba a la expectativa del propósito de Dios con esta experiencia. Días atrás pasaba por pruebas a través de las cuales Dios me estaba fortaleciendo, pero ellas se habían convertido en una carga para mí, ya que le abrí la puerta a la desesperanza (esto es algo que a veces solemos hacer). 

Dios sigue siendo el mismo, es increíble como Él te rescata cuando en tus fuerzas no puedes continuar. Así fue conmigo. 

El día domingo, tomamos el metro que nos dejó en una estación cerca de una iglesia cristiana. "La casa de mi padre" era el nombre de esa congregación. Nos acercamos, saludamos a algunos miembros, al final decidimos asistir al servicio dominical. 

Durante el tiempo de alabanza tomamos un momento para clamar a Dios, para encontrarnos con Jesús y pedirle por nuestras necesidades. Dios estaba haciendo ya algo especial. Fue un momento de adoración genuina, corazones humillados y amor profundo.

Nuestros corazones estaban preparados para el mensaje. El tema de la prédica estaba titulado "la esperanza" y el predicador utilizó esta simple palabra para confrontar a varios ahí presentes. Sin titubeos afirmó que la esperanza es confiar en que un día verás a Cristo nuevamente, y que esto debe ser para ti, motivo suficiente de gozo en Dios. También hizo una analogía entre la historia de José, en Génesis 37, cuando sus hermanos lo vendieron y trajeron a su padre, Jacob, la túnica de su hijo llena de sangre. Jacob no tenía la seguridad de que su hijo estaba realmente muerto, pero él dio paso a la desesperanza en su vida. Muchas veces actuamos de esta manera, olvidamos las promesas del Señor y permitimos que el enemigo nos enseñe la túnica ensangrentada. Lo más importante es perseverar en Dios, confiar en él, esperar en Él, sabiendo que Cristo es la esperanza de nuestra vida.

En ese instante comprendí el propósito de Dios con ese viaje, con que yo estuviese ahí en ese momento, escuchando esa palabra. Dios no quería que yo siguiera viviendo de la mano con la desesperanza. Él quería que yo entendiera que mi esperanza está en Jesús y que debo aferrarme a ello. Dios no deja de asombrarme con sus misterios y sus maravillas.

jueves, 4 de septiembre de 2014

De pronto, me enamoré.


Inesperadamente comencé a sentirlo en mi corazón, algo que nunca había experimentado antes. Quién diría que el genuino amor llegaría luego del dolor, aquel que abrasa el espíritu por su fuerza, su vigor. Ese dolor es consecuencia de una lucha sin fin, para soltar el yugo agotador. Ese leve ardor del alma llega con el arrepentimiento de años sometido por voluntad propia a la esclavitud, una opresión alimentada por la soledad, el pecado y el sufrimiento. Pero cuando sientes desfallecer y llega ese último aliento, el de la humillación, todo tu cuerpo empieza a vibrar a sentir el calor de la vida, de la nueva vida.

De repente no hay dolor. Cada parte de tu ser se levanta con ímpetu y una vitalidad inigualable. Algo ha llenado tu corazón, sobre todo el espíritu. Es irresistible, tangible, solemne.

Y ahí estaba. Lo miré y así tan perfecto, lo amé, me enamoré.

Sin reservas creí en el primer amor, porque estaba ahí en ese instante. En un parpadeo me encontraba entre sus brazos, él ahora era mi refugio. Su calor que me rodeaba y sus tiernos besos, calmaron toda incertidumbre. Realmente nos encontramos. Cuando mis palabras ya eran vacías entraron las suyas a darle sentido a la vida. Aquel viejo espejo que reflejaba la vergüenza de la culpa, los recuerdos turbulentos y la sombra del pasado, fue sustituido por su presencia. Dejó de existir el eco del silencio, solo surgió su voz diciéndome te amo una y otra vez.

Quién diría que el genuino amor llegaría a ser tan sublime, a través de una sola persona…

Jesús.

Lucía Arismendi- Pisa el freno