Desglosando un poco el versículo de 1 Timoteo 4:12, me
percaté de la importancia de apreciar cada término que el Señor muestra en ese
verso, a manera de utilizarlo como el manual que debe seguir cada joven
cristiano en su caminar diario con Dios.
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los
creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.” 1 Timoteo 4:12
Enfoquémonos en la frase “Sé ejemplo de los creyentes en
palabra”
Durante nuestra juventud es esencial tener sabiduría en la
forma de actuar y de procedernos hacia otros. Sí, esta etapa es la más vigorosa
de nuestra vida, provoca comerse el mundo, los sueños y las metas son nuestra
prioridad, pero muchas veces olvidamos que Dios tiene propósitos especiales para
cada uno. En ocasiones el “Yo” prevalece antes que la voluntad de Dios.
¿Cómo hacemos para seguir la voluntad de Dios?
En primer lugar seguir lo que Pablo le dice a Timoteo en este
verso “Sé ejemplo de los creyentes en palabra” y esto quiere decir que lo primero es ajustar
nuestro testimonio a los principios bíblicos, a la palabra del Señor. Cuando
buscamos la dirección de Dios en cada una de las cosas que hacemos Él de alguna
manera coloca sus pensamientos y su sabiduría en nosotros a través del Espíritu
Santo. Algo que debemos anhelar: Palabras sabias.
“Examínense a ustedes mismos y pónganse a prueba para ver si
están firmes en su fe. De seguro ustedes saben que Jesucristo vive en ustedes a
menos que no pasen la prueba.” 2 Corintios 13:5
Si Jesucristo vive en nosotros, la voluntad de Dios es que
seamos reflejo de Él a donde quiera que vayamos y en lo que hagamos. Significa
que todo aquello que no sea apropiado para un buen proceder no debe tener
dominio sobre nosotros. “Todo me es permitido, más no todo me conviene”
ciertamente es así.
“Pues ustedes han muerto a su vieja manera de vivir, y ahora
la nueva vida que disfrutan con Cristo, está guardada en Dios.” Colosenses 3:3
Reafirmando que Cristo está en nosotros, no queda más que
recordarlo permanentemente y pedirle a Dios sabiduría para que nos renueve cada
día y podamos caminar como él quiere. La oración debe ser parte de tu vida. No
podemos andar en caminos rectos si no oramos para que esto suceda. Muchas veces
nos desviamos de los caminos del Señor y la mejor manera de que él trabaje en
nosotros es orando y pidiéndole que transforme nuestro corazón y nos permita testificar
delante de otros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario