Hay muchísimos versículos que conocemos o hemos escuchado más de una vez pero que aún conociéndolos tanto no los hemos colocado en práctica completamente.
"El Señor es mi pastor, nada me faltará" Salmos 23:1
Una cita clave y divina en la Palabra de Dios. Ese aliento que nos da confianza para continuar en Su camino. Este salmo nos permite entender que, pase lo que pase, Dios nos ama y cuidará de nosotros. ¡Qué maravillosa promesa! Pero... ¿Por qué dejarla en el conocimiento y no pasarla a la práctica?
En momentos de dificultad y durante las pruebas, qué difícil es confiar en esta promesa.
Si Dios te ha dicho que cuidará de ti, que nada te faltará, pues... CREELO.
Esto no es algo que puedas condicionar a ciertas situaciones en tu vida. Dios mora en ti, por lo tanto te dará lo que necesites, no dudes eso.
¡Ejercítalo! Coloca en una nota lo siguiente:
1. Dios cuida de mi, aún cuando tengo miedo
2. El amor y la bondad de Dios siempre está conmigo
3. Dios me guía a tomar decisiones correctas, cuando lo escucho
Dios me da el descanso que necesito, refresca mi alma cuando estoy sediento. Aún cuando hago cosas que a Él no le agradan, Él renueva mi ser por completo y me llena de fortaleza. A veces es necesario recorrer senderos peligrosos para alcanzar los prados verdes y los manantiales de agua fresca, pero en medio de esto, el poder de Dios me hace sentir seguro otra vez. ¿Qué cosas en tu vida pueden compararse a los "caminos oscuros"?
"Tu bondad y tu fiel amor estarán conmigo toda la vida, y entraré a la casa del Señor para quedarme allí para siempre" Salmos 23:6
Entendamos que la casa del Señor no es solo un destino, sino un viaje que ha comenzado. Habitar en la casa de Dios es estar en Su presencia permanentemente. Esto es tan importante, es parte de la esencia pura de tu carácter cristiano. Estar en la presencia de Dios, es vivir la intimidad con Él, es escucharlo y es respuesta a tu oración.
"Si ustedes permanecen en mí y son fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará" Juan 15:7
Si todavía no estás convencido, te invito a leer Salmos 27:1-6
Anteriormente hicimos referencia al hecho de que Dios permanece contigo constantemente, que nunca te falla, por lo tanto tendrás lo que necesites. Resulta que la promesa no queda hasta ahí, más bien se reafirma.
"El Señor es mi luz y mi salvación. ¿A quién podría yo temerle? El Señor es la fortaleza de mi vida, así que no le temo a nadie" Salmo 27:1
¡Las promesas de Dios son impresionantes!
Te he regalado otro pasaje que puede estimular tu confianza, cuando atravieses tiempos de dificultad. No dudes en el poder de Dios, no limites todo lo que Él puede hacer en tu vida. Más bien anhela cada día con más fuerza, permanecer en Su Presencia, para disfrutar el placer de estar junto a Él.
Alimenta tu espíritu con la confianza de que Dios puede levantarte si has caído, y renovar tu corazón si has dudado. Además alimenta tu espíritu con la oración, solo a través de ella podrás experimentar la presencia del Señor.
¡Pisa el freno!