En el estudio de hoy nuestra meta es identificar cómo fue la ayuda brindada a Job y si verdaderamente le sirvió de consuelo.De esta manera lograremos reconocer de qué forma podemos brindar la ayuda adecuada a quienes lo necesitan.Job 4-11
Desde el capítulo 4 hasta el 11 vemos cómo los amigos de Job proporcionaban respuestas fundamentadas en lo que sabían, en el conocimiento teológico que tenían sobre la voluntad de Dios. Estos consejos no alentaban a Job, no eran de consuelo para el sufrimiento que él sentía.
Muchas veces creemos tener las palabras correctas para ayudar a los que nos necesitan, pero debemos cuidarnos de emitir suposiciones si realmente buscamos ayudar. Las palabras de aliento no deben venir de tu propia sabiduría ya que es necesario que tengas empatía con la circunstancia que está viviendo tu hermano. Evita hacer opiniones sin conocer cómo Dios ha actuado en la vida de esa persona, más bien pídele a Él que te provea de consuelo y consejo para el que esté pidiéndote ayuda.
Conviértete en un amigo que pueda escuchar sin juzgar o criticar, demostrando la verdadera gracia de Dios. No seas piedra de tropiezo en el crecimiento de tu hermano. Para traer salud espiritual y emocional, escucha antes de hablar, recuerda que no se trata de ti sino del que pide asistencia y asegúrate de que tu ayuda sea de bendición.
¡Pisa el freno!
Judas 1:20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo,
ResponderBorrar21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.