A través del estudio de Job hemos visto el comportamiento que este personaje asumió a raíz de las pruebas que cambiaron su vida. Lleno de tanto dolor y sufrimiento, Job no hizo más que preguntarle a Dios el por qué de su desgracia. Tantas quejas, tanto llanto y una sola vía que pudo haber elegido. Durante todo este tiempo Dios solo observó la actitud de su siervo, sin darle respuesta alguna. Job 38-40
Luego de tantos reclamos y réplicas, Dios decide desplegar su poder, pidiéndole a Job que respondiera a las preguntas que Él le estaba haciendo. "Yo soy el Dios Todopoderoso; tú me criticaste y desafiaste, ahora respóndeme" Job 40:2
El silencio fue protagonista de una escena en donde Job reconoció por primera vez, que se encontraba desafiando a un Dios Majestuoso y Todopoderoso. De esta forma se humilló, arrepintiéndose de todo aquello que una vez había salido de su boca.
En esta oportunidad es importante cuestionar cómo ha sido nuestra conducta delante de los ojos de Dios. Recordemos quiénes somos y quién es nuestro Padre celestial. Es humano asumir un papel de orgullo y poder, pero es cristiano entender que no nos corresponde esa autoridad.
La voluntad de Dios es inimaginable...
Dios nunca reveló a Job la razón de sus pruebas, ni contestó sus preguntas. Él quería demostrar que siempre habrá un misterio en nuestra relación con Dios. Entendamos que el poder de Dios es asombroso y maravilloso, tan sorprendente que nunca llegaremos a conocerlo por completo.
¡Pisa el freno!
Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos dijo Jehová.
ResponderBorrar9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
11 así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.