miércoles, 19 de marzo de 2014

¿Por qué?o... ¿Para qué?


El día de hoy continuamos con el estudio de "Momentos de dificultad". Una forma de ver las circunstancias a través de una nueva perspectiva que te permitirá ir cambiando tu manera de actuar en los tiempos difíciles. 
   La actitud de Job. Job 3
  Seguramente la primera pregunta que le haces a Dios cuando te ves envuelto en un problema es ¿Por qué?. ¿Por qué permitiste que esto me suceda? ¿Por qué no entiendo lo que está pasando? y esto solo ocurre por la necesidad de entender las situaciones, se asemeja un poco a las reacciones de un niño pequeño que desea respuestas de todo lo que observa a su alrededor.
   Cuando no tenemos la confianza completamente puesta en Dios, nuestro entendimiento no provee luz y genera desesperación en nuestro corazón. Solo en este momento es necesario que te preguntes... ¿Por qué sigues a Dios? ¿Por tradición, costumbre, una razón social o porque hay algo inexplicable que te conduce a adorarlo sin límites?
  Una vez que descubras tu respuesta, cambia la pregunta "¿Por qué?" a "¿Para qué?" o "¿Con qué propósito?". Será más fácil para ti, reposar en Dios y orar para que Él te muestre Su voluntad con lo que ha permitido en tu vida. Fortalece tu confianza con la promesa de Dios en Hebreos 12:2-3, "Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así pues consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo" 

¡Pisa el freno!

1 comentario:

  1. Hebreos 12.11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

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