Salmos 3 FE
Aún en medio de un mundo que se opone, que duda de las grandezas de un Dios Todopoderoso, vivo confiado en que el Señor será mi guía y mi escudo; me sostiene y me salva en la adversidad, aleja de mi camino la maldad y envía su bendición a mi vida.
Salmos 13 FORTALEZA
Sí, mi corazón puede estar angustiado, ansioso, y este sentimiento genera en mí una sensación de que Dios me ha olvidado. Como un niño que pierde de vista a su padre. Solo cuando se recompone del llanto, se levanta y lo busca sin cesar.
"Bendito el que se esfuerza en ti" porque verá claramente tu inmenso amor, Dios y cambiará la tristeza por alegría.
"Yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación" Salmos 13:5
Salmos 22:1-5 CONFIANZA
Sé que es difícil. Trato de hallar reposo pero no te escucho, Dios. Aún así no me dejo vencer, no voy a desfallecer. Me aferro a la promesa: tu Palabra.
"Pero tú eres Santo, tú eres Rey, ¡Tú eres la alabanza de Israel! En ti confiaron nuestros padres; confiaron y tú los libraste; a ti clamaron, y tú los salvaste; se apoyaron en ti, y no los defraudaste" Salmos 22:3-4
Salmos 22:22-24 ADORACIÓN
Solo en ti, Dios, he encontrado la fe que me impulsa, la fortaleza que me hace falta, la confianza que me llena de paz. Por ello "Proclamaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré" Salmos 22:22
Es impresionante cómo figura en la Palabra, una escena de relación constante. Esa relación del hombre con Dios. ¿De qué manera logro identificarme con esto? Te invito a colocar tu corazón en la Palabra.
Encontramos una conexión entre el clamor de un hombre y la respuesta de Dios. Definitivamente el crecimiento espiritual está basado en la comunión. Una relación íntima con Dios es resultado de mi búsqueda permanente hacia Él.
Alimenta tu Espíritu con la oración, a través de ella obtendrás fe, fortaleza y confianza, acompáñala además de la adoración. ¡Dios permanece a tu lado cada instante!
¡Pisa el freno!
Salmo 30:11 Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
ResponderBorrar12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehova Dios mío, te alabaré para siempre.