Seguir a Dios es tener una vida plena, una vida feliz.
Aquel que se deleite día y noche en la Palabra será justo delante de Él. Será tan sano, tan fuerte que crecerá rápidamente en Espíritu.
Un cristiano en crecimiento es un cristiano que da frutos, pues su guía es la Palabra. Es aquel que obedece los mandamientos de Dios y sigue sus senderos.
Dios ha prometido guiar por buen camino a los justos, por lo tanto a estos les irá bien en todas las cosas que hagan.
Así que el bienestar y el gozo nacen de una relación correcta con Dios. Esto solo puede lograrse a través de un compartir diario con Él, rechazando todo aquello que pueda desviar tu mirada del norte que es Dios.
"Afortunado el que no sigue el consejo de los perversos, ni el ejemplo de los pecadores, ni se une con los que andan burlándose de todo" Salmos 1:1
¿Quiénes son los perversos? ¿Y los burlones?
Son aquellos que han tomado el camino incorrecto y que de manera arrogante se niegan a aceptar enseñanzas. Consideran además que están por encima de la necesidad de ser guiados por Dios o por otros.
Pero el cristiano debe cuidar sus pasos, alegrarse en las promesas de Dios, alimentándose de las cosas que puedan moldear su carácter y su conducta.
"Será tan fuerte como un árbol plantado, junto a corrientes de agua fresca, que da su fruto al momento adecuado y al que nunca se le caen las hojas" Salmos 1:3
El justo es tan fuerte como un árbol plantado, cuyas raíces proporcionan estabilidad y nutrientes necesarios para transformarse en frutos y hojas que "nunca se caen" por su vitalidad.
Con esto te digo que la prosperidad y la felicidad del cristiano debe ser el resultado de una vida en santidad, no el premio de esta.
¡Pisa el freno!
Jeremías 17:7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
ResponderBorrar8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.