Tenemos la creencia de que los tiempos de dificultad solo traen consecuencias negativas para nuestra vida. En un primer momento no te detienes a pensar con qué propósito Dios ha permitido que cierta situación sea protagonista en tu historia.
Leyendo la Palabra me encontré con el libro de Job, un relato maravilloso que vale la pena estudiar.
Te animo a que profundices en la Palabra: Job 1 y 2.
Job era un hombre intachable, íntegro, con temor a Dios y apartado del mal. Aún con estas características Dios no dudó en probar su confianza. Un estilo de vida agradable a Dios no te garantiza que Él no pruebe tu fe. Dios probaría que Job era capaz de adorarlo aunque no tuviera nada. ¿Cuál es tu actitud sino ves la provisión?
Así tengas un estilo de vida agradable ante los ojos de Dios, Él va a colocar pruebas para ver la actitud de tu corazón y observar cómo es tu fe. Permitirá estas adversidades para ver si puedes adorarlo en medio de la circunstancia.
A tomar en cuenta...
No es correcto formar un pensamiento racional acerca de la actuación de Dios en nuestra vida puesto que Sus planes trascienden lo imaginado y esperado. Este tipo de pensamiento te guiará a la incertidumbre, tu entendimiento se apartará de la luz. Día tras día Él seguirá probando nuestra fe y en la medida en que reconozcamos que Dios tiene un propósito con cada circunstancia, nuestra confianza crecerá.
A veces las pruebas son misterios de la voluntad de Dios y no consecuencias de nuestros pecados
Como seres humanos que vivimos en este mundo, estaremos siempre expuestos ante la realidad del sufrimiento y la dificultad. ¿Cómo debemos actuar?
Aférrate a la gran verdad, revelada en Santiago 1:2-3.
"Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse"
¡Pisa el freno!
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