"Mi corazón canta de alegría; al Dios vivo canta todo mi cuerpo" Salmos 84:2
La adoración comienza con Dios, se encuentra en Él y nos guía a servirle a nuestro Padre. Es decirle a Dios cuan grande es y cuánto lo amas. Admitir su poderío, su misericordia y su bondad. Porque "Adoración" significa amar al extremo y qué mejor manera hay de adorar a Dios con cada obra diaria.
"Qué afortunado es el que vive en tu templo porque siempre te está adorando. Qué afortunado el que se apoya en ti, el que solo piensa en andar en tus caminos" Salmos 84:4-5
¿Alguna vez has sentido frío y luego has levantado tu rostro para sentir el calor del sol?
Dios es tu calor y el refugio que te brinda protección. La adoración es un momento de intimidad con el Señor, es una experiencia inigualable. Es por eso que antes de adorar, pon tu esperanza en ese encuentro con Dios para que seas renovado y fortalecido. Ten en tu corazón ese deseo de encontrarte con Él. Ora y dile a Dios lo maravilloso que es y por último, no permitas que nada te aparte del momento de la adoración.
Haciendo una pequeña revisión del salmo, podemos apreciar la línea que siguió el salmista en su adoración. Desde el versículo 1 hasta el 4 el salmista expresa un gran anhelo de encontrarse con Dios, seguidamente bendiciones en el camino a la adoración, luego ora para que Dios le continúe protegiendo y guiando su camino, finalmente expresa el gozo que siente al encontrarse con Dios y la fe que tiene en que Él responderá su oración.
Refleja la adoración en cada instante de tu vida. Conviértela en un momento de intimidad con Dios. Pídele que escuche tu oración y búscalo permanentemente para que Él pueda derramar sus bendiciones sobre ti.
Alimenta el espíritu de ADORACIÓN, una clave importante para habitar en la presencia de Dios.
¡Pisa el freno!
Juan 4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
ResponderBorrar24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.