Marcos 8:11-26
Jesús
y la ceguera espiritual
La
ceguera puede ser un problema para los que pueden ver. Ciertamente
un problema mayor para aquellos que nunca han visto. Pero hay otro tipo de
ceguera que puede ser aún más triste que la física, esta es la ceguera
espiritual.
La
ceguera espiritual le impide a una persona esa maravilla de ver a Dios y
conocerlo como realmente es. En momentos de dificultad esta ceguera no permite
que veamos esperanza alguna a nuestro problema.
Los
maestros de la ley, estaban descontentos con Jesús y querían probarlo en todo
momento. Ellos querían acusarlo de estar mintiendo en sus enseñanzas. Le pedían
que hiciera un milagro para comprobar que realmente era el Hijo de Dios.
No
lograban entender lo que Jesús había hecho. Él había demostrado su autoridad sobre
la naturaleza. No hacía milagros para comprobarla sino por compasión de los
necesitados.
Jesús
les decía a sus discípulos que la gente no necesitaba ver algo especial del
cielo porque estaban ciegos espiritualmente. No podían ver quién era Jesús realmente
porque sus mentes y corazones estaban cerradas a Él. Así Jesús se fue en el
bote hasta el otro lado del lago.
Los
seguidores olvidaron llevar alimentos, pero Jesús les advirtió “¡Tengan
cuidado! Protéjanse de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”-Marcos 8:15.
Pero ellos solo pensaban en sí mismos, en que pasarían hambre. No entendían que Jesús
les advertía sobre la levadura de los fariseos. La levadura era símbolo de
maldad. Jesús quería que sus discípulos se mantuvieran lejos de las enseñanzas
perversas de los fariseos, pues ellos podían causar que otros dudaran que Él fuera
el Hijo de Dios. Jesús les recordó cuando multiplicó los panes para
demostrarles que el alimento no era un problema. Los preceptos del mal y la
falta de creencia era el verdadero problema.
La
ceguera espiritual puede impedir que veamos el trabajo de Dios en nuestra vida.
Puede hasta impedir que creamos en Dios. Esta ceguera es peor que estar
físicamente ciego, puede alejarte completamente del Padre.
Pídele
a Jesús que te sane de la ceguera espiritual. Él puede hacerlo y lo hará.
Dios
maravilloso gracias por darle solución a mis problemas. Gracias porque a través
de tu Hijo amado puedo dejar a un lado mi ceguera espiritual y conocerte como
tú quieres que lo haga. Limpia mi corazón, ayúdame a escucharte mejor y
entender lo que quieres enseñarme. Te amo. Amén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario