miércoles, 16 de abril de 2014

¿Manos limpias o corazón limpio?



Marcos 7:1-4


¿Manos limpias o corazón limpio?

Nutrirse de la palabra de Dios es tan importante para estar seguros de todo lo que está en ella y no tomar nuestras propias tradiciones como reglas. 

Mientras Jesús enseñaba entre la gente, los fariseos estaban molestos con Él y sus discípulos, porque ellos no seguían las tradiciones que estos maestros de la ley habían colocado. La ley de Dios decía que la gente debía estar limpia antes de adorar, y ellos decían que los líderes debían lavar sus manos antes de comer para demostrar estar limpios. Los fariseos afirmaban que para estar bien con Dios había que seguir las tradiciones. Jesús a su vez, utilizaba las diferencias entre Él y los fariseos para enseñar la verdad sobre los mandatos de Dios.

Los fariseos le preguntaron a Jesús “¿Por qué tus seguidores no cumplen las tradiciones de nuestros antepasados? Comen con las mano impuras”- Marcos 7:5

Jesús les dijo a los fariseos que ellos pretendían ser personas que en realidad no eran y citó las palabras de Dios dichas por el profeta Isaías: “Este pueblo me honra de labios para afuera, pero su corazón está lejos de mí. De nada les sirve que me adoren porque todo lo que enseñan son normas de hombres”- Isaías 29:13

Así que Jesús les enseñó que sus leyes eran incorrectas pues su hipocresía se alojaba en un corazón que no estaba limpio delante de Dios. ¿De qué manera las cosas malas del corazón nos vuelven impuros? ¿Cómo alguien puede tener un corazón limpio ante Dios?

Jesús dio otro ejemplo de las malas enseñanzas de los fariseos. Los mandamientos de Dios dicen “Respeta a tu padre y a tu madre”. Los fariseos por su lado decían que lo correcto a hacer, era ofrendar a Dios si alguien irrespetaba a sus padres. Jesús afirmó que esto era dejar a un lado los mandamientos de Dios y colocar sus propias leyes por encima de la Palabra. Muchas veces nosotros mismos dejamos a un lado la verdad de los mandamientos y seguimos tradiciones humanas sin pensarlo. Debemos ser cuidadosos de no poner estas reglas por encima de lo que está escrito en la Palabra de Dios.

De igual manera Jesús enseñó una gran verdad que podría cambiar la perspectiva del hombre.
“Ningún alimento que entre al cuerpo lo vuelve impuro a uno. Es lo que sale del interior lo que lo vuelve impuro a uno”- Marcos 7:15

¿De dónde vienen esas impurezas, esos pecados?

Cuando los discípulos se alejaron de la multitud, ellos le pidieron a Jesús que los ayudara a entender sus enseñanzas. Él les dijo “¿Es que ustedes tampoco entienden? ¿No se dan cuenta de que lo que coma una persona no afecta su manera de pensar, si no que va a su estómago y luego sale a la letrina?”-Marcos 7:18

Comer sin lavar las manos no los convertía en pecadores. Jesús quería que los discípulos entendieran qué causaba el pecado.
“Lo que sale del interior de la gente es lo que vuelve impuro a alguien. Porque del interior de la gente, o sea de la mente, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, el robo, el asesinato, el adulterio, la codicia, la maldad, el engaño, el desenfreno, la envidia, los insultos, la arrogancia y la necedad”- Marcos 7:20-22

Debemos ser muy prudentes, guardar nuestro corazón y lo que pensamos. Nuestras acciones deben ser reflejo de que hemos escuchado a Dios realmente.

Padre amado te pido perdón si te he ofendido con alguna de estas malas acciones. Ayúdame a tener una mente y un corazón limpios, que puedan agradarte solo a ti. El mundo me ofrece tanta maldad pero tú me das vida y santidad a través de tu Espíritu. Te pido esto en el nombre de Jesús. Amén

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