Marcos 8:27-30
Jesús fue de pueblo en pueblo tomando la necesidades de todos como el propósito de su labor. Conocido por sus enseñanzas y sus milagros, la gente pensaba distintas cosas sobre Él. Un día Jesús caminaba con sus discípulos y quiso conocer qué pensaba la gente del pueblo sobre Él. Unos decían que era una persona especial que había regresado de los muertos, Juan el bautista, Elías o un profeta tal vez.
Luego
Jesús se interesó por saber qué pensaban los discípulos acerca de Él. Pedro
contestó "Tú eres el Mesías"-Marcos 8:29
Los
discípulos seguían a Jesús porque estaban convencidos de que él era quien decía
ser. Lo mejor es estar dispuestos a seguir a Jesús cuando creemos que Él es el
Salvador del mundo.
Lo
que Jesús vino a hacer
Jesús
quería que sus seguidores entendieran por qué Él había venido de Dios y que era
un Mesías enviado. Dijo que sufriría y sería rechazado por los maestros de la
ley y que ellos lo matarían, pero luego de tres días resucitaría.
Los
discípulos nunca imaginaron que Jesús iba a morir. Esto era algo doloroso de
escuchar. Jesús sabía lo que Dios quería que Él hiciera para terminar su labor
en la tierra.
Él
vino a dar su vida, a morir por los pecados de todos.
Los
discípulos estaban muy asustados en ese momento, pero estaban convencidos de
que Jesús era el Mesías. Lo siguieron aún sabiendo lo que estaba por suceder.
El
deber de un seguidor de Jesús
Jesús
les dijo a sus discípulos lo que se debía hacer para ser su seguidor. No
bastaba solo con afirmar seguirlo sino ser parte de su labor. Un seguidor debe
renunciar a sus propios deseos para estar dispuesto a seguir los deseos de
Dios. Debe renunciar a la manera en que otros viven en el mundo para vivir para
Dios.
"Si
alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz
que se le da y seguirme"- Marcos 8:34
Se
trata de estar dispuestos a sufrir, ser perseguidos, señalados por seguir a
Jesús.
Jesús
hizo una pregunta importante "¿Qué puede tener un hombre si posee todo el
mundo pero pierde su propia alma?"
Todos
desean prosperidad y una vida llena de todo lo que el mundo te ofrece. Es
posible perder esa vida y no solo a través de la muerte. Es posible perder el
propósito que tiene Dios contigo y de esta manera perder la vida. Cuando vives
para ti y pones en segundo plano a Dios, pierdes vida.
"El
que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por seguirme y
por mi mensaje, la salvará"-Marcos 8:35
Jesús
concluyó su mensaje diciendo que algunos se avergonzarán de Él y de sus
palabras. Estaba pidiéndole a sus seguidores que renunciaran a sí mismos. Tal
vez pedía algo difícil para sus seguidores. Jesús quiere que sus seguidores se
levanten por Él en un mundo que no cree en Él.
Aquellos
que se avergüencen de Él hoy, perderán el regalo más grande que nos dará cuando
vuelva.
Precioso Jesús, gracias por esa maravillosa bendición que nos has regalado. Seguirte es mi mayor delicia aunque no sea fácil en este mundo que todo lo ofrece. Ayúdame a menguar y tomar la cruz que se me da para poder seguirte por completo. Gracias por amarme tanto y morir en la cruz por mí. Te amo.
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