martes, 15 de abril de 2014

Jesús es libertad





Jesús es libertad
Jesús vuelve a sorprendernos con su labor y enseñanzas. Él iba por el pueblo llamando a hombres para que le siguieran, hombres que se dedicaban a distintas labores. En eso Jesús recorrió un lugar en donde había un cobrador de impuestos. Jesús le dijo al hombre “Sígueme” y este se levantó y lo siguió. En la época de Jesús, los cobradores de impuestos eran considerados hombres corruptos, llenos de pecado. ¿Querría Jesús que este tipo de persona le siguiera?

Sin dudar, Jesús fue a casa del cobrador de impuestos a cenar. Ahí se encontraban otros cobradores y pecadores. Los maestros de la ley los llamaban pecadores porque ignoraban las tradiciones religiosas y las enseñanzas de Dios. Ellos estaban desagradados con Jesús por haber comido con los pecadores. Le preguntaron a sus seguidores la razón por la cual él estaba haciendo esto. Jesús les dijo:
“Los sanos no necesitan médico, los enfermos sí. Yo no he venido a invitar a los buenos a que me sigan, sino a los pecadores”- Marcos 2:17

En otra historia de Jesús, él y sus discípulos pasaban por unos sembrados en el día de descanso. Los discípulos comenzaron a tomar de los sembrados y arrancar las espigas. Los maestros de la ley, también llamados fariseos, se enojaron con los seguidores de Jesús por trabajar en el día de descanso. Decían que ellos estaban cosechando y esto iba en contra de sus tradiciones. Le reclamaron a Jesús preguntándole por qué sus seguidores iban en contra de la ley.

Jesús les recordó uno de sus más preciados reyes, David. Este buen rey rompió la ley. Tomó de los panes que se ofrecen a Dios y les dio de comer a sus hombres que estaban hambrientos. Ahí Jesús les explicó por qué Dios hizo ese día especial de descanso. Era para ayudar a las personas a que descansaran y adoraran.

“El día de descanso se hizo para beneficio de la gente, no la gente para beneficio del día de descanso”. Las tradiciones de los fariseos habían hecho de este día un tiempo difícil y hacía que la vida fuese más dura.

Además Jesús también dijo que Él era quien tenía autoridad sobre el día de descanso.
Durante otro día de descanso Jesús entró en una sinagoga. En medio de la gente, había un hombre con la mano paralizada. Los fariseos observaban a Jesús, esperando a que sanara al enfermo en el día de descanso. Entonces él le pidió al hombre que se levantara para que los fariseos vieran lo que él iba a hacer.
“¿Qué se debe hacer en el día de descanso, el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?”- Marcos 3:4 
Los fariseos se mantuvieron en silencio, desaprobando estas acciones. Ellos amaban más sus reglas y tradiciones religiosas que al hombre enfermo.

Jesús estaba enseñando que los mandamientos de Dios en el día de descanso eran para hacer el bien. Él le pidió al hombre que extendiera su mano para sanarlo. Los fariseos se fueron y empezaron a hacer planes para matar a Jesús.

Jesús quiere que seamos libres de todo aquello que nos mantiene separados de conocer la verdad de Dios y de hacer el bien.

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