martes, 15 de abril de 2014

Jesús ayuda a los desesperanzados

Jesús ayuda a los desesperanzados
Si acudimos a Jesús en momentos de dificultad, él provee esa ayuda necesaria.

Estaba Jesús sentado en un bote enseñando sobre el reino de Dios. En el atardecer le dijo a sus seguidores que cruzaran el lago. Jesús estaba cansado así que se acostó a dormir en la parte trasera del bote. En un momento una gran tormenta se desató y las olas comenzaron a inundar el bote. Los discípulos aterrorizados, despertaron a Jesús.

“Maestro, ¿No te importa que nos vayamos a ahogar?”-Marcos 4:38
Jesús primero regañó al viento “¡Cálmese! ¡Quieto!” y la tormenta se desvaneció. Luego les habló a sus discípulos.
“¿Por qué son tan cobardes? ¿Todavía no tienen fe?”-Marcos 4:40
Pero ellos estaban realmente asombrados y volvieron a creer que Jesús sí era el Hijo de Dios.

Al otro lado del lago, un hombre controlado por demonios conoció a los seguidores de Jesús. Todos le temían, no había cadenas que pudieran controlarlo. Este hombre no tenía esperanza alguna. ¿Quién podría ayudarlo?

Los demonios que se encontraban en el hombre, sabían que Jesús era el Hijo de Dios. Sabían que él tenía autoridad sobre ellos, por eso le pidieron que no les hiciera daño. Así que Jesús los sacó del hombre y los puso dentro de los cerdos. Unos dos mil cerdos corrieron al lago y se ahogaron. Así fue como el hombre se libró de los demonios. 

Los que estaban alrededor no se contentaron con los cerdos ahogados, pero el hombre quería seguir a Jesús.
Jesús le dijo al hombre “Ve a tu casa y cuéntale a tu gente lo que el Señor ha hecho por ti y cómo te ha tenido compasión”- Marco 5:19

Estas historias nos permiten conocer algo sobre Jesús. Él estaba dispuesto a atravesar tormentas para ayudar a lo desesperanzados. Jesús tiene autoridad sobre demonios. Jesús no se quedaba donde no querían que estuviera y él quería que aquellos a los que había ayudado fuesen testigos de lo que él había hecho en sus vidas.

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